Fede Sagreras es el presidente de la Federación de Peñas del Valencia desde mayo de 2018. También presidió la peña La Cabra el Vedat. Antes de ser el presidente, formó parte de la junta directiva de la agrupación.
—Concluida la Liga, ¿cómo afronta su federación el verano?
—Lo afrontamos con preocupación, porque la situación del Valencia es convulsa. Estamos a la espera de saber los jugadores que saldrán, los que llegarán…
—¿Cómo se imagina el regreso al fútbol el 12 de septiembre, cuando arranque la Liga 20-21?
—Sin público. Con los rebrotes que hay, lo más sensato es que no haya espectadores. Lo primero es la salud. Es momento de ser sensatos y de esperar para ver cómo evoluciona la situación.
—¿No cree que los aforos estarán restringidos?
—Los aforos serán cero. Hasta que no haya tratamiento o vacuna para el virus, no creo que haya espectadores. Creo que empezarán por aforos pequeños e irán aumentándolos en función de la situación.
—¿Qué siente al ver un partido sin público, tristeza o rabia?
—Tristeza. La esencia del público es el aficionado y, sin afición, el fútbol casi no tiene sentido. Rabia no, porque no lleva a ningún sitio.
—¿Qué secuelas les ha dejado el coronavirus?
—Sigue dejando secuelas. Fundamentalmente, es el miedo. A salir, a reunirse…
—Durante toda la pandemia, el comportamiento de las federaciones ha sido ejemplar: han llevado a cabo acciones solidarias, se han ocupado de sus peñistas… ¿De qué está más orgulloso?
—Todas las federaciones hemos hecho acciones solidarias. Hemos recogido dinero para comprar gel hidroalcohólico y repartirlo en las residencias, llevar alimentos para los sanitarios para que cenaran… También estamos contribuyendo junto al Valencia y sus patrocinadores en el Banco de Alimentos. Repartimos los alimentos los martes y los jueves.
—¿Cree que las aficiones están ahora más unidas que antes? ¿Se han estrechado lazos en estos tiempos difíciles?
—Siempre hemos tenido buena relación con todas las federaciones. Tras el confinamiento, hemos comido con los miembros de la Federación de Peñas del Levante y del Villarreal. Siempre ha habido cordialidad, aunque quizá haya ahora más.
—¿Cómo ha evolucionado la relación entre las aficiones y los clubes?
—Tampoco se podría decir que ha evolucionado. Desde que no vamos al estadio, no hay comunicación con el club. La situación del Valencia ha generado dudas y críticas. Y eso genera preocupación. Espero que en el futuro se hagan las cosas bien, porque la gente lo aplaude.
—¿Qué le pediría al presidente de su club de cara a la próxima temporada?
—Que acertaran, que pensaran en el sentimiento de los aficionados… Creo que el aficionado quiere que se haga un buen equipo. La afición necesita alicientes y los directivos se los tienen que dar.
—¿Se tendrá más en cuenta a los aficionados a partir de ahora?
—Se les tiene, pero no somos partícipes de decisiones. Desde LaLiga, siempre han atendido a Aficiones Unidas y se han hecho cosas juntos; desde los clubes, también. En cosas puntuales, se nos tiene en cuenta. Pero no veo un futuro en el que se nos tenga en cuenta, por desgracia.
—¿Volverá el fútbol a ser como antes?
—Sí. Es un momento en la historia que nos ha tocado vivir. Creo que encontrarán un tratamiento y conviviremos con ello. Como convivimos con el cáncer, el sida… Creo que no debemos olvidar lo que ha pasado para que no nos vuelva a ocurrir. Tenemos que ser precavidos.
—¿Qué es lo primero que hará cuando pueda volver a ocupar su sitio en el estadio?
—Creo que iré con precaución y que seguiremos yendo con mascarillas. En España, somos mucho de besos y de abrazos y esas situaciones están cambiando. Por eso creo que el primer día será un poco extraño.