El Real Valladolid anunció el pasado 2 de agosto, cuando Álvaro Rubio se despidió en rueda de prensa del conjunto pucelano, que había concedido al que fuera su capitán durante diez años la insignia de oro del club por su intachable trayectoria en la entidad blanquivioleta. Una vez iniciada la aventura del medio centro en la India, el club buscó el mejor momento para que los abonados del equipo pudieran despedir y reconocer su profesionalidad, un momento que llegó en los prolegómenos del duelo ante el Rayo.
Imágenes (II) de un gran día y mejor homenajeado #eternocapitán #AR18 pic.twitter.com/oSiwX30eHf
— F.Peñas R.Valladolid (@fdprvalladolid) 28 de enero de 2017
Sobre el césped todo salió a pedir de boca. Rubio, acompañado de sus hijos, recibió, primero, el brazalete de capitán de manos de Alberto Marcos, el jugador que más partidos ha jugado con la zamarra del conjunto pucelano, para después recibir la insignia de oro del club, ofrecida por el presidente, Carlos Suárez, y diversos recordatorios y detalles por parte de la Federación de Peñas del Real Valladolid. También el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, se sumó al homenaje y aplaudió como los 8.500 espectadores del Zorrilla a un jugador que destacó por su calidad y honestidad tanto dentro como fuera del campo.
