Anselmo vuelve a El Molinón

El Real Sporting inauguró un busto del primer presidente rojiblanco en el túnel de salida de los vestuarios que recordará los futbolistas los valores y la importancia del escudo que representan.

Anselmo López ya cuenta con un sitio de preferencia en El Molinón. El que fuera portero del Sporting y presidente del club hasta 1916 ya jugaba al fútbol en 1898, cuando tenía siete años de edad. Su pasión le llevó a ser el encargado de reunir a un grupo de amigos que con el paso de los años se organizaron para fundar el Sporting Gijonés, germen del actual conjunto rojiblanco y del que pudo disfrutar sobre el pasto y los despachos hasta 1919, fecha en la que falleció prematuramente con tan sólo 28 años de edad.

Un icono que cada domingo recordará los futbolistas rojiblancos los valores y la importancia del escudo que representan gracias al busto, obra del escultor Carlos García, que fue inaugurado en el marco de un emotivo acto, en el que el jugador de más edad de los veteranos, Molinucu, y el más antiguo de los abonados, Miguel Ángel Fanjul, se encargaron de descubrir ante los focos de las cámaras.

Institución sportinguista

El actual presidente del Sporting, Javier Fernández, explicó la importancia de ser respetuosos con la historia y glosó la figura del homenajeado, sin cuyo trabajo y tesón el club rojiblanco difícilmente hubiera podido hacerse el lugar que actualmente ocupa en la historia del fútbol español. «Una institución que honra a su historia acordándose de su pasado, es una institución que valora su presente y fortalece su futuro», explicó el dirigente rojiblanco.

Añadió cómo había surgido la idea, que partió de la Asociación Anselmo López, a la que animó a continuar con otras iniciativas, entre las que destacó su propuesta para realizar el “paseo de la fama sportinguista” en los aledaños de El Molinón. Cerró el turno de intervenciones Jesús Martínez Salvador, concejal de Turismo, Deportes, Festejos y Juventud del Ayuntamiento de Gijón, que calificó a Anselmo López como «pieza clave en la historia deportiva de la ciudad».

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De joven jugaba al fútbol sin cansarme demasiado porque por las noches me sacaba el graduado. En la ciudad de Marbella crecía y vivía sin hacer mucho caso de la climatología. Sin comerlo ni beberlo llegue a Valladolid donde en periodista allí yo me convertí. Punto y aparte, me busqué las habichuelas en una lluviosa Londres y volví a Madrid para llegar a ser consultor, creativo y diseñador. Sobrevivo como soldado de fortuna en esta web.