Entrado el otoño, llega una fecha muy importante para todo aficionado blanquiazul, ya que el 28 de octubre celebran el aniversario de su club. El RCD Espanyol, fundado en 1900, cumplirá próximamente 121 años desde que Ángel Rodríguez, entre otros estudiantes, le dieran vida en las aulas de la Universidad de Barcelona.

«Sin embargo, en estas líneas que nos ocupan, el protagonismo no lo tendrá el club, sino otra entidad estrechamente ligada a él», señalan desde la Federació Catalana de Penyes del RCD Espanyol.

«Si bien tenemos constancia de la formación de peñas espanyolistas en la década de 1920, la más antigua que aún hoy perdura es la mítica Peña Blanquiazul, conocida ahora como Penya Blanc-i-Blava Central y cuya fundación se remonta al 7 de julio de 1951. Esta peña, la decana de nuestras casi 200 embajadas, ha cumplido recientemente 70 años, una larga vida repleta de activismo en clave blanquiazul».

La Penya Blanc-i-Blava Central se caracterizó por, desde bien pronto, ejercer como si de una Federación de Peñas se tratara. Así, ya en 1954 y hasta principios de la década de 1980, el sentimiento perico fue esparciéndose a lo largo y ancho de toda Catalunya en forma de Delegaciones. Aunque dependían de su matriz – la Penya Blanc-i-Blava Central -, las Delegaciones funcionaban puramente como peñas al uso y, muchas de ellas, siguen hoy por hoy al pie del cañón, tal y como Els Incansables, La Garriga, Igualada, Mataró, Vic, Reus…

Desde 1951, muchas han sido las formas ejercidas por la Penya Blanc-i-Blava Central para promover el espanyolismo. «Desde la creación de equipos de atletismo y de fútbol – tanto juveniles como amateurs-, pasando por sus cenas de gala, sus coloquios, sus entregas de trofeos, sus quinielas, sus viajes y desplazamientos. También sus boletines mensuales, hoy piezas de museo. De hecho, la Penya Blanc-i-Blava Central, que estuvo muchos años ubicada en la Plaza Real de Barcelona, se recuerda como un lugar de encuentro, como un emplazamiento para socializar. Acudir a su sede para jugar a ping-pong, al ajedrez, al dómino o a las cartas. Debatir con los asistentes disfrutando del bar. Ver, o incluso actuar, en obras de teatro. Y hasta pasar por la barbería, porque eso es lo que también podías encontrar en el mítico local del Pasaje Madoz, una barbería cuya entrañable butaca reposa en un lugar privilegiado como es la Sala Ricardo Zamora del RCDE Stadium».

«Hablar de la Penya Blanc-i-Blava Central es hablar de la entidad que vio nacer a las peñas tal como las entendemos hoy. Es hablar de algo intrínseco al RCD Espanyol y a la ciudad de Barcelona. Son 70 años, tal como reza en su acta fundacional, con objeto de fomentar la unión y alentar los sentimientos en pro del club», señala la Federació.

«Desde la Federació Catalana de Penyes del RCD Espanyol de Barcelona no podemos acabar estas líneas sin felicitar una vez más a la Penya Blanc-i-Blava Central, la mítica Peña Blanquiazul, por sus siete décadas siempre, tal como también reza en su acta fundacional, en pro del buen nombre del R.C.D. Español«.