«Éramos líderes provisionales de la Segunda División pero nuestra felicidad no era completa. Faltaba uno de los nuestros. Una pieza clave en este equipo, un luchador, alguien que se ha convertido para toda la afición y para todo el fútbol nacional en un referente cuando toca mantener la cabeza alta a la hora de enfrentarse a los desafíos de la vida». La Federación de Peñas de la UD Las Palmas habla de su querido jugador Kirian Rodríguez, un pilar del cuadro amarillo, dentro y fuera del campo.

«Una tarde, hace meses, la mala noticia atravesó la isla de punta a punta. Kirian está malito. Los chats echaban humo. Incertidumbre. Nadie sabía muy bien lo que padecía, pero en su rueda de prensa nos tranquilizó. El centrocampista, lejos de apocarse, sacó fuerzas de donde la saben sacar los valientes, para prometer con una sonrisa inolvidable, que volvería pronto y que sería un fichaje de invierno más de cara a reforzar el plantel antes de la recta final del campeonato».

La Afición seguía atenta, esperando confiada, el desarrollo de la lucha de este canarión nacido en Candelaria, isla de Tenerife. Con cariño, con todo el cariño, se dieron cita ese día en el Estadio de Gran Canaria para vivir una tarde inolvidable del fútbol canario. En la última edición del Derbi Canario, el espíritu indomable de este hombre nacido al otro lado del mar y hoy defendiendo el amarillo de la Unión Deportiva, unió a ambas aficiones tal y como se vio reflejado en la grada. Acercando orillas, disipando diferencias. Al saltar los jugadores al césped de un abarrotado Siete Palmas, luciendo esa caldera amarilla sus mejores galas, lleno hasta la bandera, un mosaico iluminaba la tarde grancanaria: K I R I A N.

«Seis letras y dos equipos, ocho islas y un Sentimiento: caer siete veces, levantarnos ocho».

«En el ADN de este bendito equipo de fútbol, que más que Club es una lección de vida, está el recoger el balón del fondo de las mallas y volver corriendo al centro del campo para levantar el partido. Una y otra vez, otra y otra vez, como siempre nos hemos incorporado tras cada golpe en esta bendita tierra».

«No sabemos qué va a suceder a final de temporada», señalan desde la Federación. ¿Quién sabe? Nadie se atreve a dar los nombres de las aficiones que celebrarán el éxito cosechado por las calles de su ciudad, pero en la isla y en su Afición tienen muy clara una cosa: «con el regreso de Kirian, nuestro sonriente veinte, nosotros ya hemos ganado».  La isla ha ganado un referente, un ejemplo para seguir luchando. Llegado el minuto 20, su minuto, a una voz, ambas aficiones, coreando el nombre de alguien que ya es leyenda. «Muchas gracias, Kirian Rodríguez, uno de los nuestros. Contigo sobre el césped, hermano, nuestra felicidad ya es completa. Y ahora, contigo, a pelear por el Ascenso para volver a casa».