El 19 de junio de 2004, el Getafe CF cumplió el sueño de ascender a Primera División. Aquel día, Pachón se convirtió en el héroe con sus cuatro goles en Tenerife. Un logro impensable para quienes habían seguido a los Azulones en su peregrinaje por el fútbol regional y los campos de tierra. Un club cuyo hábitat natural era la Segunda B o la Tercera y cuyo techo había sido la Segunda División llegaba a la liga de las estrellas.
Un éxito que vivieron desde las gradas del Coliseum los integrantes de la Peña Marea Azul (@_mareaazul), cuyo origen se maceró durante la temporada anterior al ascenso, como si de una premonición se tratara. Premonición que tiene su nexo de unión en Pachón, uno de los muchos invitados a la inauguración por parte de la familia azulona.
Y así es como un grupo de 100 amigos del barrio de la Alhóndiga y alrededores, logró disfrutar del fútbol en compañía, pero sin descuidar la deportividad y el respeto a los rivales, utilizando el futbol como un elemento de unión con un valor añadido: ilusión.
