“Si nos hubieran dicho que algún día iríamos a ver al Huesca en avión no lo habríamos creído”

La Peña Moya, presidida por Alberto Ibor, es la más antigua de la Federación de Peñas del Huesca.

Imagen de la creación de la Peña Moya.

La Peña Moya, fundada en el verano de 2005, es la más antigua de la Federación de Peñas del Huesca. Su presidente, Alberto Ibor, nos explica cómo nacieron: “No había ninguna peña y nosotros éramos un grupo de amigos que nos juntábamos para disfrutar en el campo. Nuestra peña se llama así en honor a Miguel Ángel Moya, lateral mítico del club en los tiempos del Huesca modesto. Además, fuimos pioneros en reconocer al mejor jugador de la plantilla”.

Actualmente, son 35 los miembros que componen la peña. “Al ser un grupo pequeño formado por amigos, nuestras actividades principales son las comidas y las reuniones. Asimismo, hemos viajado bastante y los mejores viajes han sido a Logroño y a Lugo, donde logramos el primer ascenso. Si nos hubieran dicho que algún día iríamos a ver al Huesca en avión, nadie se lo habría creído”.

Los peñistas suelen sentarse detrás del banquillo visitante. “A pesar de no estar presentes ahora en el estadio, colocamos la pancarta de la peña en nuestros asientos”. La gran mayoría de los peñistas tienen por costumbre acudir al campo, salvo “algunos miembros fundadores que viven actualmente en el extranjero”.

El ambiente de la peña ha ido evolucionando. “Durante muchos años nos tomábamos un café antes del partido, pero ahora aprovechamos el fútbol para ponernos al día de las vidas de los miembros que residen más lejos. Aquellos jóvenes de 2005 ahora son padres de familia”.

Por último, Ibor se ha referido a su relación con el club. “Es muy buena, aunque no les pidamos demasiadas cosas. Sin embargo, es cierto que el club siempre se pone a disposición de los aficionados cuando les proponemos algo.