La Peña Sevillista Costa del Sol (@PScostadelsol) se inició en el año 2007 en Málaga. Un grupo de alrededor de 15 aficionados del Sevilla contactaron por internet y comenzaron a quedar en un bar. En tan solo unos meses, alcanzaron los 45 socios, el boca a boca surtió efecto.
Julián Chacón, presidente de PS Costa del Sol, la conoció tan solo un año después de su creación. Acudió a su primer evento y, desde entonces, ha intentado no faltar a ninguno. Fue nombrado secretario prácticamente al entrar a formar parte de la peña y la preside desde el año 2014. “No hay trucos, la gente confía en mí y yo confío en mi equipo. Tenemos muchas ganas de seguir haciendo cosas por el Sevilla”, comenta.
Este año, por su aniversario, la celebración ha sido en petit comité debido a las restricciones de la pandemia. “Invitamos a los socios que pudieron acercarse a la sede a una consumición, fue un pequeño gesto que tuvimos con nuestra familia futbolera para hacerles saber que aún seguimos aquí, luchando por nuestro Sevilla”.
Antes de las restricciones por la COVID-19, jugaban partidos de fútbol amistosos entre los socios cada semana, participaban en campeonatos con el resto de peñas del Sevilla e, incluso, iban al encuentro anual que celebra la Federación de Peñas del Sevilla para poner en común las distintas opiniones sobre las acciones de las peñas.
“Quedar para ver jugar a nuestro Sevilla es el evento más importante para nosotros. Solemos hacerlo en nuestra sede, que ha variado según crecía nuestra peña: desde el bar de Benalmádena hasta el de Torremolinos, tenemos grandes recuerdos en aquellos lugares”, comenta Julián Chacón.
Actualmente, PS Costa del Sol posee una sede propia gestionada por ellos mismos. Suelen abrirla para los diferentes eventos deportivos y partidos de su equipo. Es la segunda casa para sus más de 94 socios que no solo están afincados en Málaga, sino que se reparten por toda Andalucía: Almería, Sevilla, Córdoba… Desean que la crisis del coronavirus pase para poder volver a reunirse y disfrutar de los colores sevillistas.
En cuanto a las actividades actuales, Julián comenta que “tenemos las alas cortadas, no podemos hacer prácticamente nada. Solo podemos ver los partidos del Sevilla, siempre bajo el cumplimiento de las normativas y recomendaciones sanitarias. Nos entristece no poder organizar viajes para apoyar y disfrutar de nuestro equipo”.
Sin duda, a Julián, como al resto de peñistas, les mueve un mismo sentimiento: la pasión por su Sevilla. “Al estar a 200km de nuestra ciudad, queríamos formar una pequeña familia, constituir el rinconcito del Ramón Sánchez Pizjuán en la Costa del Sol. Para mí, es lo más grande que he podido hacer y tenemos que mantenerlo”.
Esperanza y optimismo son las claves que, según su presidente, necesita el fútbol para salir adelante. Un mensaje que conseguirá mantener el duende sevillano en Málaga.
