
La afición del Valencia CF es exigente hasta la médula. De eso no cabe duda. Pero es que aquellos que han abarrotado Mestalla y han levantado al equipo en los peores momentos se lo han ganado a pulso. De ahí, la importancia para sus futbolistas, que gustan de sentirse respaldados en todo momento, no en vano, es un factor que puede repercutir favorablemente. Una sencilla ecuación que, desde la directiva y con el apoyo de la Agrupación de Peñas del conjunto che, potenciaron para el partido ante el RCD Espanyol con una simbólica `Globotá´ que despertó a los chicos de Voro.
El ejercicio consistía en una práctica festiva: 40.000 globos hinchados y explotados, consiguiendo que el ruido creciera hasta el estremecedor terremoto final. Una dosis de vitamina B12 que insufló la energía necesaria para imponerse a los Periquitos. Y es que en la capital del Turia el equipo irá hacia arriba o se hundirá, pero jamás caminará sólo.