Un equipo de fútbol es mucho más que 11 futbolistas, un cuerpo técnico y una directiva dispuestos a luchar por el éxito deportivo, con perdón de los aficionados. En su ecosistema, cada vez es más común reservar un espacio para las fundaciones, un reducto de importancia vital en el que los clubes tienen línea directa con la grada, con los jugadores veteranos y con esa conciencia social que habita en todo ser humano. De esta manera, si los vecinos de Villarreal trabajan a la perfección este campo, el Levante es también un ejemplo con su proyecto estrella: un equipo formado por jugadores con parálisis cerebral.
Los granotas, que ya cuentan desde hace tiempo con una sección de personas con Capacidades Especiales, apuestan así por la concienciación social con la incorporación de Bruno D’Elia, Quique Juan, Javi Casero, Dani Palau, Felipe Miravall, Raúl Pacheco, Jaime Almenar, Víctor Rodríguez, Tudor Botnaras, Pablo Planes, Roberto Ordiñana y Miguel Niñerola, que, guiados por los técnicos Jorge Sabater, José Carlos Gascó y Gabi, han dejado muy buenas sensaciones en su estreno en Liga Nacional, como muestran las imágenes de la primera fase de la competición. De esta manera, el sueño del fútbol paralímpico azulgrana sólo acaba de comenzar.