Cuando se disputa un partido de la Champions League siempre se crea una gran expectación. Todos queremos disfrutar del deporte de la manera más saludable posible, es crucial para poder vivirlo en condiciones. Lo más triste que puede ocurrir es que la violencia empañe lo bello del fútbol, dejando el partido en un segundo plano, que es lo que ha sucedido en San Mamés ayer.
El Athletic Club se enfrentaba al Spartak de Moscú, club cuyos radicales han causado anteriormente incidentes violentos, para lo que Bilbao se preparó. Hubo un despliegue de 600 agentes de la ley, 500 ertzainas y 100 municipales, además de 200 efectivos de la seguridad privada del Club.
2000 rusos aficionados al Spartak tenían entrada, pero hubo otras 1000 personas que viajaban sin ella. Antes del partido, la ertzaina escoltaba a los radicales del equipo visitante, y en un intento por controlarles, aparecen los más violentos de este equipo. Estallan las cargas policiales, explotando en la explanada del San Mamés, tanto contra la seguridad como a los hinchas bilbaínos.
Contenedores, piedras y envases comienzan a salir disparados, al igual que bengalas y petardos. Gritos, estallidos, gente corriendo, bares que cierran las persianas y personas poniéndose a salvo. El resultado son numerosos heridos, nueve detenidos y un ertzaina fallecido por una parada cardiorespiratoria.
A pesar de que en Moscú el comportamiento de los aficionados rusos fuera correcto, aquí lo peor que se había previsto se cumplió. Desde Aficiones Unidas condenamos la violencia en el fútbol, ya sea física o verbal. Es realmente lamentable que un deporte tan bonito se vea envuelto en este tipo de sucesos, y que debido a los ultras se haya perdido la vida de una persona. No debemos olvidarnos de que esto no es fútbol, esto es violencia, y no representa a toda la afición, luchamos por erradicar a los grupos ultra.
Felicitamos a las fuerzas de seguridad por su valiente intento de proteger a quienes sí tenían entrada y solo querían disfrutar de un buen partido, y nuestro más sincero pésame a la familia de Alonso, el ertzaina fallecido, y sus compañeros, además de nuestro apoyo a todos los aficionados del Athletic de Bilbao que han tenido que vivir este trágico suceso.
NO A LA VIOLENCIA.
