¿Cómo empezó? Cuando, allá por el año 1913, se decidió levantar un nuevo estadio para el Athletic Club, se eligieron unos terrenos ubicados muy próximos al antiguo asilo de la ciudad. El asilo llevaba el nombre de San Mamés, en honor al santo del mismo nombre, por lo que el estadio adoptó éste cómo propio.
Mamés fue un santo, nacido en el siglo III que fue perseguido por practicar el cristianismo y arrojado públicamente en el circo a los leones para que éstos le devoraran. Pero, para sorpresa de todos los allí presentes, San Mamés fue capaz de amansar a las fieras, quienes se postraron a sus pies en señal de respeto. De aquí proviene el sobrenombre con el que se conoce a los jugadores del Athletic, «los leones», algo tan arraigado cómo que a los jugadores de las categorías inferiores del Club se les conoce como «los cachorros».
¿Sabías qué? Para los que visitaban por primera vez el palco de autoridades del antiguo San Mamés, resultaba curioso encontrarse allí un león disecado. Al parecer, ese león, fue cazado en Tanzania por un presidente del Deportivo Alavés, D. Juan Arregi, quien se lo regaló al Athletic por la conquista de un título de Copa del Rey. Este león presidía el antepalco, junto a las fotografías de todos los jugadores del Athletic Club que han vestido la camiseta de la Selección Española. Actualmente, la fiera preside el museo del nuevo estadio del Club.