Una relajada afición del Real Madrid caminaba anoche hacia el Bernabéu en una noche especial de Champions, hasta las lluvias que no parecían cesar en la capital dieron ayer una tregua para que los blancos pudieran disfrutar del partido desde las gradas. Con la ventaja de 0-3 que traían de Turín, nada hacía esperar que la clasificación se pondría tan cuesta arriba para los madridistas. Pero, tras lo sucedido 24 horas antes en Roma, alguno advertía “Vamos con cuidado, no vaya a pasarnos lo mismo que al Barsa”.
Poco antes del inicio del partido se palpaba la emoción de los merengues. La grada estaba contenta, animaba y el Fondo Sur lucía un tifo con el gran tiburón blanco haciendo pensar que el Real Madrid se “comería” la eliminatoria.
20:45h., arranca el partido, la Juventus sale fuerte y en solo un minuto marca el primer gol, la grada enmudece y solo se oye el grito de los italianos. La afición del Real Madrid tarda en reaccionar pero vuelve a animar a su equipo, todavía juegan con dos goles de ventaja y el partido acaba de empezar.
La cosa continúa como ya todos sabemos, 93 minutos de sufrimiento para la afición blanca que, pese a los momentos de angustia, no dejó de animar a su equipo, de apoyar a los jugadores y de creer hasta el final. Todavía no había nada perdido, la eliminatoria estaba igualada y los vikingos confiaban en pasar a semifinal. Hubo penalti en el descuento y una larga espera hasta que este se hizo efectivo, seis minutos que en la grada se hicieron eternos. Finalmente Cristiano convirtió el penalti en gol y el Bernabéu estalló. Un pasito más. ¡Enhorabuena madridistas!
