Quejas entre los aficionados de la Real por su ubicación en el Camp Nou

Lamentan la pésima ubicación en la que se encontraban, dentro de un jaula de seguridad y con la visibilidad del campo reducida. Las entradas costaban 49 euros las más baratas.

Zona del Camp Nou donde se ubicó a los aficionados de la Real Sociedad.

Las primeras quejas se dejaron oír en las redes sociales. Los denunciantes eran aficionados de la Real Sociedad que habían acudido al Camp Nou para ver a su equipo. Todos ellos lamentaban la pésima ubicación en la que se encontraban, dentro de un jaula de seguridad y con la visibilidad del campo reducida. El precio de las localidades, de 49 euros para quienes las compraron a través del club donostiarra (más caras para el resto de la afición visitante), no se correspondía con la situación en el graderío. «Algo así no había que permitirlo ni aunque hubieran costado 25 euros», exclamaron algunos en las mismas redes.

La mala ubicación de las aficiones rivales en algunos campos es un motivo habitual de queja entre las Federaciones adscritas a Aficiones Unidas. El problema es que se trata igual a los seguidores radicales que a aquellos que forman parte de una asociación que, como Aficiones Unidas, tiene entre sus principios fundacionales promover los valores del fútbol, la no violencia y las buenas relaciones entre los aficionados de todos los clubes de España.

Recientemente, fue la Asociación de Peñas del Granada (G19) quien puso una queja a LaLiga a través del colectivo Aficiones Unidas por la red que el Atlético de Madrid colocó en la zona visitante del Metropolitano y que impidió a los seguidores del Granada desplazados hasta Madrid una correcta visión del partido. Entonces, los aficionados perjudicados quisieron dar las gracias a los del Atlético «por sus muestras de cariño y repulsa hacia las decisiones de su club».

El pasado mes de enero, Arturo González, presidente de la Federación de Peñas del Leganés, declaró su disconformidad con la ubicación de las aficiones en los gallineros: «Yo no estoy de acuerdo, sobre todo por las medidas de seguridad actuales con todas las cámaras que hay. En el gallinero, la afición está apartada y no ve bien el fútbol».