“La vida son ciclos y tienes que hacer todo lo que te apetezca en ese momento. Mi época como árbitro profesional fue estupenda, pero ahora estoy en otra etapa. El problema viene cuando uno fallece y llegas al cielo preguntándote qué has hecho, porque siempre ha sido lo mismo”

Así ve Manuel Pérez Lima la vida. Un conjunto de diferentes fases por las que debemos pasar con decisión y creyendo en nuestros proyectos, algo que, sin duda, ha llevado a cabo a lo largo de todos estos años vinculado a su deporte por excelencia: el fútbol.

Manuel Pérez Lima, ex árbitro de Primera División, tuvo que abandonar su carrera futbolística a los 14 años por una lesión. Este hecho hizo que terminara ingresando en el Colegio de Árbitro de Tenerife, siendo el primer paso de la que terminaría siendo su verdadera vocación.

“Mi mayor sueño, por encima de arbitrar en la élite, siempre ha sido acabar con la violencia en el campo. Siempre enfocan el fútbol como un deporte violento, pero realmente es noble y educa a muchas personas. Es una pena que a veces se vean solo las excepciones, las cosas malas que suceden en contadas ocasiones”, Manuel Pérez.

Pérez Lima recibió el Premio ‘Guruceta’ al mejor árbitro español dos temporadas consecutivas (2007-2008 y 2008-2009). No obstante, tras 25 años colgó el silbato e inició nuevos retos profesionales.

“En el fútbol regional me he encontrado con campos llenos de agresividad y tuve encontronazos importantes. He tenido 3 agresiones graves y varias más en el fútbol profesional. Una ocasión incluso terminé en la UVI. No obstante, son cifras minúsculas ante la cantidad de partidos que he arbitrado durante toda mi carrera, el porcentaje de conflictos es muy bajo. Tenemos que seguir trabajando para que esta violencia desaparezca del deporte”.

Diplomado en Osteopatía y Naturopatía, Manuel ha asesorado arbitralmente al CD Tenerife, colabora habitualmente en diferentes medios y, además, imparte conferencias por toda España como Fair Play, la utopía posible de la Fundación canaria del CD Tenerife, con la que pretende acabar con la violencia en el deporte.

A los ojos de Manuel, “el fútbol sigue siendo la misma pelota redonda de siempre con sus tres equipos – dos de fútbol y uno arbitral – en el campo. Continúa con las mismas problemáticas, aunque se actualicen. Por mucha tecnología que se incluya, como el VAR, es muy difícil que se dome el fútbol. Aquí no existen las matemáticas exactas y forma parte de su encanto, por eso mantiene su esencia”.

Lo cierto es que cada vez se ven menos niños practicando este deporte en las ciudades, algo que el tinerfeño sabe bien. “Me entristece ver cómo se pierde el interés entre los jóvenes por el fútbol. Algo se está haciendo mal para que no atraiga la práctica deportiva. Las autoridades deben dar un giro radical ya que, de no hacerlo, habrá graves problemas de relevo generacional en breve. Ya no solo con los adolescentes, también ocurre con el fútbol femenino”.

Hay mucho trabajo por delante para poder adecuar el sistema de competición y el fútbol a la sociedad actual. Recuperar el juego de la pelota que antiguamente llamaba a todo un grupo de amigos a pasar la tarde en una plaza, corriendo y divirtiéndose sin la presión de competir. “Parece que ahora no se disfruta del deporte”, señala Manuel.

El exárbitro se ha reconstruido transformándose en escritor para tratar de acercar estas posturas a los más jóvenes. Con cuatro libros en el mercado (“Saca tu alma de árbitro”, “La otra cara del arbitraje”, “Fortalezas” y “Las aventuras de la pandilla de Barranco la Raya”), prepara ya su quinto ejemplar que verá la luz en dos años: “Creo realmente en el deporte y me importa mucho que sea un lugar libre de violencia. Tenemos que acabar con el bullying y educar a nuestros niños a través de los juegos de siempre, lejos de las consolas. Es el objetivo principal de mis libros infantiles”.

Manuel Pérez Lima reconoce la labor de Aficiones Unidas en este sentido, la lucha constante contra la violencia y en pro del respeto. “Aficiones Unidas está haciendo un trabajo único e increíble. En los últimos partidos no hay problemas a pesar del gran número de personas que asisten. Les invito a continuar por ese camino. Me he sentido muy querido con los aficionados por el cariño que siempre me han demostrado, son un pilar fundamental del fútbol. Me quedo con que las aficiones son maravillosas, únicas y muy nobles”.