La camiseta del Elche es desde hace décadas una de las más emblemáticas del fútbol español. Pasan las jornadas, las temporadas e incluso las distintas ligas, pero hay algo que no cambia: la franja verde que recorre el pecho de la elástica del club ilicitano.
El club es uno de los pocos que puede cambiar pequeños detalles de su vestimenta, pero nunca borra la esencia y la base del club, formada por el fondo blanco y la franja verde. Que los jugadores del Elche vistan siempre igual, dejando a un lado los años y las modas, hace que nos preguntemos qué hay detrás de esta costumbre.
En la ciudad alicantina una leyenda recorre desde siempre sus calles, ha pasado de generación en generación y se recoge como una certera posibilidad de esta tradición que cumple casi 100 años. El artífice fue Anton Fivebr un entrenador del club que en 1926 decidió diseñar esta camiseta cuando pudo observar desde las afueras de la ciudad y en todo su esplendor el gran palmeral de Elche, que actualmente es patrimonio de la humanidad, por ser el más grande de Europa.
Más de 200.000 palmeras formaban una gran franja verde que atravesaba toda la ciudad y que el técnico quiso plasmar en el pecho de cada uno de los jugadores que representaban aquella ciudad. Desde entonces, salvo excepciones, esa ha sido la primera equipación de la plantilla hasta nuestros días.
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