Este fin de semana el Rayo Vallecano se enfrentó al Real Zaragoza en La Romareda. Los dos equipos llegaban al encuentro en igualdad de condiciones y con un objetivo: la permanencia. Para animar a los madrileños las peñas del club franjirrojo se desplazaron hasta la localidad maña y, de allí, no se vinieron con las manos vacías. En la prolongación, un gol del canterano Embarba rescató un valioso punto para los vallecanos y prácticamente dejó sentenciada una permanencia que se confirmó horas más tarde con los resultados de la jornada. Por su parte, el Zaragoza deberá esperar al complicarse en la salvación a falta de dos partidos para el final de liga.
En la previa, se dieron cita las federaciones de peñas ambos conjuntos, lo que se convirtió en la excusa perfecta para llevar a cabo una comida de confraternización. Tras la celebración del acto de hermanamiento, los madrileños pusieron rumbo al estadio y, una vez allí, no cejaron de animar desde el minuto uno, dando muestras de la ejemplar actitud de la afición rayista.
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