Aitor es un pequeño de 7 años natural de Barcelona e hincha del Real Betis que el pasado viernes fue por primera vez a ver un partido de los verdiblancos junto a su padre. La historia de este pequeño en el Cornellà-El Prat hará reflexionar a más de uno capaz de convertir un evento deportivo en el escenario de una pelea.
El vídeo, emitido en el programa El Día Después, es un ejemplo de los valores que hay detrás de unos colores y un escudo. Durante el partido, el joven hincha no puede disimular su tremenda ilusión, en constante diálogo futbolístico con el padre. Vive el encuentro con una pasión inusitada: que si me gusta Jovetic, que si Piatti es muy bueno… un debate de lo más ameno hasta que Rubén Castro anota. Aitor es feliz, canta el himno del Betis, todo fluye.
El partido era perfecto para ambos hasta que llegó el empate e, inmediatamente después, el gol de Reyes para el 2-1 definitivo. Llegó la decepción, Aitor sufría por su Betis. En ese momento, en medio de la desolación orgullo y dignidad por los suyos, con gritos de “Betis, Betis, Betis”. Una lección de deportividad y juego limpio de la que su padre es consciente: “A veces, se pierde. Hay que saber perder”, a lo que Aitor responde: “Ya. Yo ya estoy acostumbrado, porque ya hemos perdido varias veces». Chapó.