El Tenerife quiere afianzarse en los puestos de playoff y ya ha preparado un fortín en el Heliodoro para disputar el partido ante el Nastic. Los visitantes se juegan meterse en la zona roja de descenso y por eso irán con todo a la ciudad isleña.
Los hombres de Luis Martí tampoco descansarán, pues se juegan disputar la fase de clasificación para el ascenso, y además juegan su último partido de la temporada en casa. El estadio se despedirá además de la mejor manera, pues casi 20.000 personas llenarán el feudo chicharrero. El club comenzó varias iniciativas para que ningún aficionado se perdiera el partido y ya ha comunicado que se han agotado las butacas en seis de las gradas del Heliodoro.
En caso de ganar, el Tenerife se clasificaría matemáticamente en playoff y podría disfrutar de un paso más hacia el ascenso en casa. Un triunfo idílico, pero que no será fácil al tener en frente a un conjunto al que le pisa los talones el descenso.
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