Manuel León es desde noviembre de 2019 el presidente de la Federación de peñas del Tenerife. Su agrupación está compuesta por 18 peñas y disfruta de la buena relación con otras aficiones. La principal secuela del confinamiento ha sido el «distanciamiento» entre los aficionados.
—Concluida la Liga, ¿cómo afronta su federación el verano?
—Moviendo las redes sociales, las noticias de fichajes que aparecen de nuestro club… Además, participamos en un torneo entre las peñas en el que se elige el escudo más bonito. También queremos comenzar con nuestro proyecto de tapones solidarios, que estuvo parado por el confinamiento. Todo eso mientras estamos a la espera para regresar a los campos de fútbol.
—¿Cómo se imagina ese regreso el 12 de septiembre…?
—Si se puede ir al estadio, será una fiesta. Toda la afición está deseando participar porque hay ganas de fútbol. Esperamos que las autoridades den el permiso, aunque sea con un aforo restringido y siempre que la salud de los aficionados esté garantizada. Si no, debemos tener paciencia y esperar a próximas fechas.
—¿Cree que los aforos serán completos o estarán restringidos?
—En principio, serán restringidos e irán aumentándose progresivamente.
—¿Qué siente al ver un partido sin público, tristeza o rabia?
—Las dos. Tristeza por no poder animar a tu equipo; rabia, porque una enfermedad nos ha privado de seguir viviendo el amor a nuestros colores. Nos encanta compartir esos momentos de grada.
—¿Qué secuelas les ha dejado el coronavirus?
—El distanciamiento entre aficionados, porque no hemos tenido nuestras reuniones habituales.
—Durante toda la pandemia, el comportamiento de las federaciones ha sido ejemplar: han llevado a cabo acciones solidarias, se han ocupado de sus peñistas… ¿De qué está más orgulloso?
—De todo eso. La solidaridad siempre la tenemos presente. Además, nos gusta compartir tiempo con los peñistas.
—¿Cree que las aficiones están ahora más unidas que antes? ¿Se han estrechado lazos en estos tiempos difíciles?
—Están ahora más unidas que nunca, más allá de lo deportivo. Desde que se termina el partido, se comparten muchísimas historias. Por desgracia ahora lo podemos hacer a través de Whatsapp o videollamadas.
—¿Cómo ha evolucionado la relación entre las aficiones y los clubes?
—No se podría calificar, porque no hemos tenido las reuniones que tanto hemos deseado por falta de tiempo. Y por no podernos reunir. Las pocas que hemos tenido nos han ido bien. Hemos hablado sobre la solución para los abonos de la próxima temporada y la devolución por los partidos que se disputaron a puerta cerrada.
—¿Qué le pediría al presidente de su club de cara a la próxima temporada?
—Que tuviera conciencia con los abonos para la próxima temporada. No sabemos a cuántos partidos podremos ir. Muchas familias no podrán asistir al estadio por falta de poder adquisitivo debido a la pandemia y el presidente debe tenerlo en cuenta. Porque todos ellos han sido fieles al club.
—¿Se tendrá más en cuenta a los aficionados a partir de ahora?
—Sí, se nos debe tener más en cuenta porque los aficionados seguirán siendo fieles a su equipo. Es más, es necesario, porque un equipo de fútbol sin aficionados es un jardín sin flores. Es la base principal. Los directivos, los jugadores, el cuerpo técnico y los trabajadores van y vienen, pero la afición no. Eso es lo único fijo en un club.
—¿Volverá el fútbol a ser como antes?
—Espero que vuelva a ser como antes o mejor.
—¿Qué es lo primero que hará cuando pueda volver a ocupar su sitio en el estadio?
—Mirar todo el campo y dar gracias por volver a sentarnos en nuestros asientos de siempre.