El pasado 30 de marzo Luis Jiménez cumplió 60 años y lo celebró con una de sus mayores aficiones en la vida: el Eibar. Hasta ahí todo normal, pero la de Luis no es la historia de un aficionado cualquiera. Este armero tiene una parálisis cerebral que limita sus movimientos y le hace desplazarse en una silla de ruedas motorizada, un impedimento a pesar del cual no se ha perdido un partido de los azulgrana a lo largo de su peregrinar por los distintos campos de Segunda B, Segunda o Primera División.
De esta manera, aprovechando la efeméride, la SD Eibar Fundazioa junto con los monitores del centro de ASPACE, al que acude a diario, le organizaron una grata sorpresa en el duelo que enfrentó a los armeros frente a Las Palmas correspondiente a la 30ª jornada de LaLiga Santader. Aquel día, Luis cambió la Tribuna Principal por el Palco Presidencial, el bocadillo del descanso por los pintxos, y el contemplar de lejos a los jugadores por poder vivir la salida del equipo al campo desde el mismo túnel de vestuarios.
En el descanso, fue distinguido por la presidenta Amaia Gorostiza con la insignia de oro del club, en reconocimiento a su incondicional apoyo al Eibar durante toda su vida. Un homenaje al que quiso sumarse José Nicolás Ortega, vicepresidente de Las Palmas, que le obsequió con un viaje a Gran Canaria. Un día inolvidable que culminó recientemente con la visita de Luis, junto a su hermano, a las islas. Sin duda, un entrañable gesto con el que el conjunto canario se ha ganado el corazón de los armeros.
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