El viaje más emotivo de Luis

La SD Eibar homenajeó a uno de sus hinchas más entrañables durante el encuentro de liga frente a la Las Palmas. Un acto al que se sumó el equipo canario, que le obsequió con un viaje a Gran Canaria.

Los hermanos Jiménez junto a Jóse Nicolás Ortega, vicepresidente de Las Palmas durante la visita a las islas. Mikel Porto
Los hermanos Jiménez junto a Jóse Nicolás Ortega, vicepresidente de Las Palmas durante la visita a las islas. Mikel Porto

El pasado 30 de marzo Luis Jiménez cumplió 60 años y lo celebró con una de sus mayores aficiones en la vida: el Eibar. Hasta ahí todo normal, pero la de Luis no es la historia de un aficionado cualquiera. Este armero tiene una parálisis cerebral que limita sus movimientos y le hace desplazarse en una silla de ruedas motorizada, un impedimento a pesar del cual no se ha perdido un partido de los azulgrana a lo largo de su peregrinar por los distintos campos de Segunda B, Segunda o Primera División.

De esta manera, aprovechando la efeméride, la SD Eibar Fundazioa junto con los monitores del centro de ASPACE, al que acude a diario, le organizaron una grata sorpresa en el duelo que enfrentó a los armeros frente a Las Palmas correspondiente a la 30ª jornada de LaLiga Santader. Aquel día, Luis cambió la Tribuna Principal por el Palco Presidencial, el bocadillo del descanso por los pintxos, y el contemplar de lejos a los jugadores por poder vivir la salida del equipo al campo desde el mismo túnel de vestuarios.

En el descanso, fue distinguido por la presidenta Amaia Gorostiza con la insignia de oro del club, en reconocimiento a su incondicional apoyo al Eibar durante toda su vida. Un homenaje al que quiso sumarse José Nicolás Ortega, vicepresidente de Las Palmas, que le obsequió con un viaje a Gran Canaria. Un día inolvidable que culminó recientemente con la visita de Luis, junto a su hermano, a las islas. Sin duda, un entrañable gesto con el que el conjunto canario se ha ganado el corazón de los armeros.



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De joven jugaba al fútbol sin cansarme demasiado porque por las noches me sacaba el graduado. En la ciudad de Marbella crecía y vivía sin hacer mucho caso de la climatología. Sin comerlo ni beberlo llegue a Valladolid donde en periodista allí yo me convertí. Punto y aparte, me busqué las habichuelas en una lluviosa Londres y volví a Madrid para llegar a ser consultor, creativo y diseñador. Sobrevivo como soldado de fortuna en esta web.