Miguel Barrachina es el presidente de la Federación de Peñas del Levante desde enero de 2017 tras ser el único candidato. Cree que aún «falta» para volver a los estadios por culpa de «los comportamientos absurdos de la sociedad».
—Concluida la Liga, ¿cómo está afrontando su federación el verano?
—Afrontamos el verano con tranquilidad relativa. Desde la irrupción del coronavirus y las obras del estadio, no hemos podido realizar la asamblea de final de temporada. No podemos ni entrar en nuestro local, ubicado dentro del estadio. A partir de septiembre encararemos lo que venga lo mejor posible.
—¿Cómo se imagina el regreso al fútbol el 12 de septiembre, cuando arranque la Liga 20-21?
—Con los estadios vacíos. No está la situación para hacer tonterías.
—¿Qué siente al ver un partido sin público, tristeza o rabia?
—Tristeza, por no poder asistir al estadio. En esta coyuntura, la disyuntiva es verlo por la tele o morir.
—¿Qué secuelas les ha dejado el coronavirus?
—Las secuelas son morales de momento, porque no tenemos casos conocidos.
—Durante toda la pandemia, el comportamiento de las federaciones ha sido ejemplar: han llevado a cabo acciones solidarias, se han ocupado de sus peñistas… ¿De qué está más orgulloso?
—Las federaciones hemos hecho una buena labor para mantener la moral de la gente alta. Nosotros donamos 1.000 euros a la Fundación del Levante para comprar material sanitario y hemos ayudado en todo lo que hemos podido.
—¿Cree que las aficiones están ahora más unidas que antes? ¿Se han estrechado lazos en estos tiempos difíciles?
—La unión es una utopía, aunque en Aficiones Unidas tenemos las cosas claras. En cuanto pasan los problemas, la gente se olvida. En Aficiones Unidas ya estábamos unidos antes de la pandemia. Y seguimos unidos.
—¿Cómo ha evolucionado la relación entre las aficiones y los clubes?
—Durante la pandemia la relación ha sido igual que antes. Nuestra cercanía con el club ha sido la misma.
—¿Qué le pediría al presidente de su club de cara a la próxima temporada?
—Al presidente, le pediría que siguiera apoyando a las peñas. Incluso que las apoyara más. De momento, no tenemos muchas quejas.
—¿Se tendrá más en cuenta a los aficionados a partir de ahora?
—Lo mismo. Cuando hacemos falta, se nos llama; cuando no, se nos hace un caso relativo.
—¿Volverá el fútbol a ser como antes?
—Sí que volverá a ser como antes, aunque tarde. No creo que cambie el fútbol.
—¿Qué es lo primero que hará cuando pueda volver a ocupar su sitio en el estadio?
—Respirar de alivio, porque por fin lo habremos conseguido. Aún nos queda tiempo. Mientras haya comportamientos absurdos en la sociedad…