50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad

La entidad alfarera, que suma doce temporadas seguidas en Segunda División, celebra su medio siglo de vida.

Hoy es un día histórico para la Agrupación Deportiva Alcorcón. El club de fútbol por excelencia celebra su medio siglo de vida y lo hace disfrutando del fútbol profesional y de la Segunda División. Un objetivo casi inalcanzable hace algunas décadas, pero que lleva ya doce años siendo una realidad.

Es más, el Alcorcón es el equipo de Segunda que más años lleva de forma consecutiva en la categoría. La campaña que empezará en unas semanas será la duodécima seguida del ‘Alcor’ en la división de plata del fútbol español, de la que ya es el ‘Decano’. Y en el banquillo, poesía del fútbol, vuelve a estar el hombre que llevó a Alcorcón al fútbol profesional en junio de 2010 (¡cómo pasa el tiempo!): Juan Antonio Albacete Anquela.

‘Anquelotti’, junto a Don Esteban Márquez, fueron los máximos exponentes del ‘boom’ de un Alcorcón que nunca ha dejado de crecer. Fundado un 20 de julio de 1971, el ‘Alcor’ comenzó siendo un club de amigos que seis años después llegó a la Tercera División. Tocó remar mucho en el barro. Quizá demasiado. Hasta que, en el año 2001, y con Don Esteban Márquez ya como presidente, el equipo subió a Segunda B. El club estuvo diez años en la división de bronce, sentando cátedra al respecto de la seriedad y el compromiso. Hasta tal punto, que el Alcorcón terminaba siendo el destino de futbolistas que preferían tener un sueldo más bajo en sur de Madrid, pero sabiendo que iban a cobrar mes a mes, que aceptar ofertas mejores pero llenas de promesas vacías. Mejor pájaro en mano, ya se sabe.

Anquela y Don Esteban Márquez lo cambiaron todo

50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad
50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad. En la imagen, Quini Álvarez, uno de los mejores jugadores alfareros en Segunda.

Y febrero de 2008 fue un importantísimo punto de inflexión para el club. Con Óscar Garro al mando (y nada menos que el ‘Mono’ Burgos como su entrenador de porteros), el ‘Alcor’ se había complicado y mucho la permanencia en Segunda B. Y entonces, Don Esteban decidió llamar a Anquela, que estaba sin equipo tras haberse marchado del Águilas de Murcia. Y fue entonces cuando ‘Anquelotti’ fraguó su primer milagro. Con un equipo en el que empezaban a asomar futbolistas que luego serían muy importantes en clave amarilla, como Íñigo López, Tito, David Sanz, Borja Gómez y el eternísimo Rubén Sanz, Anquela ganó seis de los últimos doce partidos de Liga para terminar salvando a sus chicos. Y a partir de ahí, solo tocaba crecer.

Al año siguiente, y ya con Néstor Susaeta, Hugo Álvarez, Cristian Alberdi o Víctor Pérez sumados a la causa, las tornas cambiaron por completo y el equipo se quedó a un pasito de subir a Segunda, tras aquella derrota en Irún ante el Real Unión en la final de los ‘playoffs’. Aunque no hay mal que por bien no venga, que se suele decir. Un brebaje de circunstancias, como que el ‘Alcor’ no hubiera ascendido y se hubiera quedado en Segunda B, posibilitó que el equipo quedase encuadrado nada menos que con el todopoderoso Real Madrid en Copa del Rey (que llegaba, por cierto con nuestro amigo alcorconero Felipe Ramos como tercer portero). Y el resto, es historia.

50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad
50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad. Marko Dmitrovic es uno de los mejores porteros que hay en España… y se consagró en Alcorcón.

En el mapa mundial

4-0, ‘Alcorconazo’ y reconocimiento histórico para un equipo que jugaba de memoria y que, con Juanma Barrero, Nagore, Sergio Mora, Rubén Anuarbe, Diego Cascón o Borja Pérez integrados en la causa, terminó ascendiendo (y con mucho suspense, en aquel partido ante el Ontinyent que quedará por siempre en la memoria) para poner a Alcorcón en el mapa mundial. A cualquier lugar del mundo habían trascendido las hazañas de esa hornada de guerreros que había goleado al Real Madrid. Alcorcón ya era conocido fuera de nuestras fronteras más allá de aquella mención de Rodolfo Chikilicuatre en su ‘Baila el chiki chiki’ en Eurovisión 2008.

Pero, chascarrillos aparte, a ese espíritu tan ambicioso de ese ‘Alcor’ que acababa de llegar a Segunda todavía le quedaba para saciarse. En Segunda, se sumaron a la familia Paco Montañés, Quini Álvarez (‘Quinigol’), Ángel Sánchez, Babin y el mítico Fernando Sales, que aterrizaron de pie en Santo Domingo. Y un año más tarde, con Abraham, Saúl Berjón, Agus, el ‘Mago’ Miguélez y Oriol Riera en el equipo, el sueño de llegar a Primera División se quedó a un solo gol: el que el ‘Alcor’ no fue capaz de marcar en la final del ‘playoff’ en el José Zorrilla y ante el Real Valladolid para haber consumado la épica.

50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad
50 años del Alcorcón, el club que cumplió el sueño de una ciudad. Laure es, desde hace unos años, el nuevo capitán amarillo.

Jugadores de élite

Tras ello, ‘Anquelotti’ se fue, pero llegó José Bordalás y lo hizo con Juli, Dani Nieto, Laguardia, Manu Fernández y compañía. Y el equipo volvió a jugar ‘playoffs’ de ascenso y a poner de manifiesto lo bien que se estaban haciendo las cosas en Alcorcón. Desde entonces, el ‘Alcor’ siempre ha sabido mantener la categoría en el fútbol profesional. Y por Santo Domingo han pasado futbolistas ‘top’. Algunos, de hecho, hoy brillan en la élite del fútbol internacional, como Dakonam Djene, Marko Dmitrovic, José Campaña, Kiko Femenía, Óscar Plano, Esteban Burgos, Iván Alejo o Sergi Guardiola.

Otros, por su lado, triunfaron y mucho de amarillo, como David Rodríguez (‘DR7’), Antonio Martínez, Stoichkov, Albert Dorca, Chema Rodríguez o los David Fernández, Laure, Carlos Bellvís y Dani Jiménez, que llevan varios años formando la columna vertebral del Alcorcón. Ahora, con ‘Anquelotti’ de vuelta en su “equipo del alma”, el ‘Alcor’ ha cerrado el círculo para cumplir el medio siglo de vida de la forma más especial: con Anquela en el banquillo y Don Esteban Márquez en el corazón.

 

Álex Jiménez