Tras la victoria del Valladolid ante el Getafe, el Girona está ante su primera bola de partido para conseguir el soñado ascenso a Primera. Para ello deberá, como mínimo, empatar en su visita al Nou Estadi de Tarragona. Por su parte, el Nàstic, decimonoveno con cuarenta y tres puntos y a solo uno de la permanencia, buscará una victoria que le de opciones de mantener la categoría. Debido a la alta expectación que rodea el duelo, se prevé una gran afluencia de aficionados gironistas. Además, en los prolegómenos se llevará a cabo un hermanamiento entre aficiones.
Masivo desplazamiento
«El masivo desplazamiento del domingo dice mucho del crecimiento y de la implicación de los aficionados», esas fueron las palabras de Pablo Machín en la previa al duelo. No es para menos, el conjunto blanquivermell está ante una oportunidad histórica y sus seguidores no quieren perdérselo. A lo largo de la semana, el Girona agotó las 1.500 entradas y el Nàstic colgó el cartel de ‘no hay billetes’, por lo que el estadio grana verá ocupadas sus 14.591 localidades.
Comida de hermandad
Por su parte, la Federación de Peñas del Nàstic recibirá al millar de hinchas gironistas con los brazos abiertos. Para agasajar a sus vecinos, los tarraconenses han organizado una comida de hermandad con el que estrechar lazos y a la que invitan a asistir a todos los interesados. Una vez finalizado el almuerzo, los granas se dirigirán hacia el estadio para, sobre las 16.00 horas, recibir al equipo de Nano Rivas y arroparles desde el minuto uno dada la importancia de la final que juegan.
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