Dicen que cuando más apoyo se necesita es en los malos momentos y, de ello, puede presumir la afición del Granada CF. El equipo descendió en la última jornada, pese a ser, según su Federación, el que más posibilidades tenía de salvarse. Aquello sentó como jarro de agua fría a los aficionados. Muchos abandonaron el estadio llorando y jurando que no volverían al Nuevo Los Cármenes. Sin embargo, su Federación asegura que «los que sentimos el fútbol, sabemos que son palabras que se lleva el aire». Tras unos días con bajos ánimos y malestar general, y como no hay mal que cien años dure, esta hinchada hizo de tripas corazón y respaldó a la entidad igualando el número de abonados de la pasada temporada.
Alfredo García Amado, el nuevo director general de la entidad, prometió mantener los precios si se ascendía a Primera a final de temporada. Además, el club ha sido consciente de que corren tiempos difíciles para la economía de la población en general, por lo que se ha aproximado a los precios de los abonos del año 2019. Todo esto ha levantado los ánimos de la afición, que ha sabido responder al objetivo fijado por el club en 14.000 abonados, incluso superándolo.
Nuevos tiempos corren en el Granada CF desde que cambió la directiva. Ilusiones renovadas, sensaciones prometedoras y muchas ganas de querer hacer las cosas bien y ampliar la familia granadinista.