Homenaje a Florencio, el amigo íntimo de Luis Aragonés

La Unión Internacional de Peñas del Atlético se citó en un restaurante muy ligado a Luis Aragonés, que participó en su construcción en los años 60.

Representantes de la Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid rindieron homenaje a Luis Aragonés en Hortaleza. FOTO LUIS CÁRCAMO

La Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid, con su presidente, Eduardo Fernández a la cabeza, rindió visita a Casa Florencio, el restaurante rojiblanco por antonomasia desde que fue inaugurado en 1963 y que hoy es sede de la Peña Luis Aragonés. Lo que pocos conocen es que El Sabio de Hortaleza fue clave en la construcción del restaurante en los primeros años sesenta junto a su buen amigo Florencio, dueño del local que ahora gestiona su hijo.

Representantes de la Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid así como la presidenta de la Peña Luis Aragonés, Mari Ángeles Ledesma, recordaron la figura de una de las mayores leyendas rojiblancas junto a su gran amigo. Florencio que, a sus 82 años conserva una memoria prodigiosa, deleitó a los presentes no solo con lo mejor de su cocina, sino también con anécdotas, recuerdos y andanzas con El Plomos. Ese era el apodo que le pusieron a Luis Aragonés cuando ambos jugaban en los juveniles del Hortaleza: «Era muy delgado y había que ponerle plomos en la camiseta para que no se lo llevara el viento».

Eduardo Fernández y Mari Ángeles Ledesma. FOTO LUIS CÁRCAMO

En el restaurante Luis también está muy presente a través de fotos, casi todas en blanco y negro, de sus inicios en el fútbol. Y es que Aragonés fue un habitual del local situado en Mar Caspio39 hasta sus últimos días. A escasos metros un monolito recuerda a la leyenda del fútbol español muy cerca del lugar donde nació. Y no es el único tributo que tendrá Luis Aragonés, ya que próximamente se espera que una estatua del Sabio de Hortaleza se coloque en los aledaños del Wanda Metropolitano. Ese día Florencio volverá a sonreír viendo de cerca a su buen amigo.