Juan Carlos Valerón fue el ganador del premio entregado por los aficionados durante el último Congreso Nacional de Peñas celebrado en Las Palmas el pasado mes de junio, en reconocimiento a su trayectoria y trato con la afición. Un galardón que llega tras varios años retirado del campo, aunque nunca se ha desvinculado por completo del que siempre será su deporte por excelencia.

“Estoy muy contento por haber recibido este homenaje. Al haber pasado tantos años desde que me retiré, llegas a pensar que se han olvidado de tu carrera. Cuando me llamaron para decirme que iban a hacerme entrega del premio, me emocioné al comprobar que los aficionados continuaban teniéndome en cuenta. En esta profesión, para mí, la gente ha sido la mayor motivación para jugar y hacer las cosas lo mejor posible”, señala Juan Carlos Valerón.

Valerón reconoce que, desde muy pequeño, recibió unos valores en los que respetar al aficionado era una parte fundamental de su profesión: “Recuerdo cuando jugaba los primeros partidos en el equipo de mi pueblo y la gente venía a vernos. Fue ahí cuando empecé a ser consciente de que, el fútbol, es un espectáculo hecho para que la gente lo disfrute”.

Durante toda su carrera ha tratado de dar el lugar que le corresponde al aficionado, algo que continúa haciendo hoy en día trasladando ese mensaje a todos aquellos que están empezando en el mundo del fútbol: “Tanto los jugadores como el resto de implicados en este deporte debemos tener en cuenta siempre a quienes nos ven, tanto en el campo como en sus televisiones. Nunca debemos olvidar que jugamos por y para los aficionados. Es un espectáculo que, por mucho que crezca y mejore, nunca puede olvidar a sus seguidores”.

El acto se llevó a cabo durante el Congreso, aunque con la ausencia del homenajeado debido a la pandemia actual que vivimos. “Fue una pena no poder asistir por un contacto COVID-19. A pesar de que no fui positivo, preferimos ser prudentes y dejar la entrega del premio para más adelante. Después, tuve la posibilidad de reunirme con la gente de mi peña, Guacimara Sosa y César García, quienes me entregaron el trofeo”.

El exjugador canario reconoce que los premios que otorga la afición son los que más valora, ya que le proporciona una gran satisfacción saber que la gente todavía se acuerda de él.

“Me siento muy agradecido con todo lo que he podido vivir: he sido un afortunado por poder iniciarme en el fútbol profesional en el equipo de mi tierra, la UD Las Palmas; forjar mi camino en diferentes equipos como el RC Deportivo, en el que disfruté de cosas increíbles; y volver a mi casa para conseguir un ascenso a primera y retirarme aquí. Es algo mágico, estaré siempre agradecido a todos los que me han apoyado”.