“Creemos que el cambio de escudo no era necesario. Una posible modernización del mismo ha desembocado en un cambio radical que no ha gustado a la mayoría de Peñas, Peñistas, aficionados y abonados del Real Valladolid”. El comunicado lanzado por la Federación de Peñas del Real Valladolid es tajante, están muy descontentos con la modificación del que fuera el símbolo que llevaban por bandera: el escudo del Real Valladolid.

El mismo lunes 20 de junio por la tarde, tras ver la luz el nuevo escudo, la Federación se reunió con el club – encuentro que ya estaba programado por otras cuestiones –. Con David Espinar y Matthieu Fenaert como representantes del equipo, los aficionados aprovecharon la ocasión para transmitirles “el malestar causado por las drásticas modificaciones llevadas a cabo en el escudo del equipo”, llevadas a cabo “sin el consentimiento de la masa social del Real Valladolid”.

La Federación ha iniciado en su página web una recogida de firmas oficial para anular el cambio del diseño del escudo. Tal ha sido el éxito y seguimiento de esta iniciativa que, a los pocos minutos de lanzarla, han advertido vía Twitter a sus seguidores para que tuvieran paciencia ya que la página había colapsado por la cantidad de usuarios que intentaban acceder a ella al mismo tiempo y no funcionaba correctamente. En tan solo 24 horas, se recogieron más de 4.000 firmas.

Ante tal situación, la Federación de Peñas convocó a todos los aficionados a manifestarse el pasado jueves a las 20h en el aparcamiento de Fondo Norte del Estadio José Zorrilla para mostrar firmemente su oposición al nuevo escudo. Megáfono en mano, Mario Puertas, nuevo Presidente de la Federación, afirmaba que el cambio del escudo «ha enturbiado un momento feliz para la afición tras lograr el ascenso”, reclamando que esta decisión “debería ser consensuada y el club debería llevar a cabo una consulta entre los abonados”. Durante la concentración pacífica ‘por la defensa de nuestro escudo’, los aficionados allí presentes han mostrado su apoyo a estas declaraciones bajo el lema ‘El escudo no se toca’.