El próximo domingo se cumple medio siglo de uno de los momentos más trascendentes en la historia de la Real Sociedad. Una etapa en la que míticos nombres como Gorriti, Martínez y Boronat se convirtieron en leyendas en una sufrida tarde el Calvo Sotelo de Puertollano, cuando el conjunto txuri-urdin logró un ascenso que le mantendría en la élite durante 40 años.
Histórica instántanea
Muchos aficionados recitarán de carrerilla el equipo que saltó al césped: Zubiarrain, Gorriti, Iguarán, J.I. Lasa, Martínez, Lema, Urreisti, Arzak, Arregi, Arambarri y Boronat. Junto a ellos cuatro personas más, Rafael Erentxun, de la mítica Peña Anastasio, y de cuclillas, tres niños que comenzaban a soñar con el equipo de sus amores. Eran los hermanos Petit Asumendi, que bajaron desde Madrid para empujar a la Real hacia las estrellas.
Partido dramático
«Yo tenía nueve años, mi hermano mayor, Ignacio, tenía once, y mi hermano pequeño, Javier, ocho», rememoraba Luis Petit hace algunos años. Un partido dramático que se puso cuesta arriba para los vascos con un 2-0 y que lograron empatar en el último minuto gracias a Arambarri. Aquello marcó de por vida a nuestro protagonista: «Estos colores los llevo dentro desde entonces y me moriré con ellos”, sentencia este madrileño de nacimiento pero txuri-urdin de corazón.
Por supuesto, estos pequeños no estuvieron solos, ya que 1.500 realistas se desplazaron para empujar a los donostiarras hasta Primera. Un peregrinar en el que centenares de hinchas soportaron las carreteras de la época para presenciar in situ un momento que fue inolvidable y que quedó inmortalizado con una instantánea a los que desde entonces se conoce como lo héroes de Puertollano.
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