¿Quién era? Fue un futbolista croata que se desempeñaba como delantero. Por sus características técnicas era un auténtico nueve, un killer del área. Un punta completísimo de los que hoy dificilmente se encuentran. Durante la década de los 90 se convirtió en el ídolo indiscutible de la afición sevillista, hasta su traspaso en 1996, por 500 millones de las antiguas pesetas, al Real Madrid de Fabio Capello.
¿Dónde empezó? Comenzó a jugar en el equipo local de su ciudad, el Osijek en 1984 y sus actuaciones hicieron que fichara por el Dinamo Zagreb en 1989. Tras algunos años en ese club, y luego del inicio de la Guerra de Yugoslavia, fichó por el Sevilla en 1992.
¿Cómo se le conocía? Sukerman, Mago de Osijek, Davor Soccer o El Mago fueron algunos de sus apodos.
¿Por qué se le recuerda? Tras cinco años inolvidables en Nervión, logró el reconocimiento internacional con los títulos conseguidos con el Real Madrid (Liga y Liga de Campeones de la UEFA) y la bota de oro conseguida en el Mundial de Francia de 1998 con la selección de Croacia. También fue campeón en el Mundial Sub-20 de Chile de 1987, con la extinta Yugoslavia, un equipo plagado de jóvenes promesas como Boban, Mijatovic o Prosinecki.
¿Cuándo se retiró? Después abandonar el Real Madrid se marchó a jugar a la Premier League, primero en el Arsenal y después en el West Ham. Dos aventuras alejadas de su mejor versión. Tras ello terminó su carrera de futbolista con 35 años en Alemania, en el Múnich 1860.
¿Qué fue de él? Cuando colgó las botas se dedicó a montar diversas escuelas de fútbol para fomentar el deporte entre los más pequeños. El 5 de julio de 2012 fue elegido Presidente de la Federación de Fútbol de Croacia, sustituyendo a Vlatko Markovic.
¿Sabías que? Llegó al Sevilla en la temporada 91/92, en vísperas de la EXPO, coincidiendo posteriormente con Maradona, además del actual entrenador del Atlético de Madrid, Simeone, y con Zamorano en su primer año. Su llegada se produjo junto a otro compatriota, Petrovic, en un paquete de jugadores de los que se estilaban entonces. Debutó a lo grande en el Sánchez-Pizjuán durante el partido de vuelta de Copa del Rey ante el Espanyol. El croata anotó un hat-trick, dejando claro que iba a ser un jugador importante para el conjunto andaluz. Tras una concentración con Croacia, costeó de su bolsillo un vuelo para llegar a tiempo al último partido de liga que enfrentaba a los hispalenses contra el Salamanca, en un duelo clave para la permanencia en Primera. Fue su último partido. Se despidió tal y como llegó, con tres goles. Coincidió en la temporada 2000/2001 con Fredéric Kanouté en el West Ham. Actualmente es el 5º máximo goleador histórico del Sevilla, con 76 goles.
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