Celta: «Sigamos soñando»

El RC Celta estuvo apunto de dar la machada en Manchester. Con la derrota aún caliente, el club celeste ha escrito una carta dedicada su afición por el apoyo incondicional recibido en Old Trafford.

El Celta cayó con honor en el Teatro de los sueños de Old Trafford ante el Manchester y se despidió del sueño europeo. El equipo celeste luchó hasta la extenuación sostenido por los cánticos de su hinchada que animó sin descanso y logró silenciar a los seguidores locales. A pesar de la derrota, equipo y afición demostraron una vez más su clásica afouteza. Por ello, aún con lágrimas en los ojos pero el corazón lleno de orgullo, el club le ha dedicado una carta a los suyos por el apoyo recibido.

Carta a la afición

Caímos, pero la decepción o la tristeza, tan intensas ahora mismo, no deben llenar nuestro corazón. Somos celtistas. Siempre hicimos y haremos hueco al orgullo y a la esperanza. Hoy estamos abatidos, mañana pensaremos en que hemos hecho historia, en cuándo llegará la próxima oportunidad. Y en que, sin duda, la aprovecharemos.

Y, pese al dolor, siempre hay espacio en nuestro corazón celtista para la gratitud. Este grupo de técnicos y jugadores han creado una página más en el libro de nuestra historia, han luchado hasta la extenuación, han caído con orgullo y se levantarán con decisión. Gracias a todos ellos por habernos ilusionado al máximo en una competición tan dura y exigente. Y, pese a la desilusión, inmensa gratitud a una afición que ha creído, empujado, alentado con una pasión desbordante, que le ha enseñado al mundo, con claridad absoluta, el significado de afouteza.

Una vez más, la unión de equipo y afición ha sido determinante y ejemplar en un camino lleno de grandes obstáculos que nunca han oscurecido nuestra esperanza. Sigamos unidos, sigamos soñando.



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De joven jugaba al fútbol sin cansarme demasiado porque por las noches me sacaba el graduado. En la ciudad de Marbella crecía y vivía sin hacer mucho caso de la climatología. Sin comerlo ni beberlo llegue a Valladolid donde en periodista allí yo me convertí. Punto y aparte, me busqué las habichuelas en una lluviosa Londres y volví a Madrid para llegar a ser consultor, creativo y diseñador. Sobrevivo como soldado de fortuna en esta web.