¿Quién era? Carmelo Navarro (Murcia, 60 años) fue un jugador español que disfrutó de los mejores años de su carrera en el Cádiz entre 1987 y 1994. Nació en Murcia, pero con tres años su familia emigró a La Coruña. Allí jugó en el Ural, equipo presidido por Augusto César Lendoiro. Años después, jugó en el Safa San Luis de El Puerto de Santa María, donde también se formó el bético Joaquín.
¿Dónde empezó? Carmelo debutó en Primera en el Salamanca. Hacía el servicio militar en Madrid, pero le autorizaron a ir dos días por semana a entrenarse a Salamanca. Tras dos años, se marchó a Andalucía para fichar por el Betis. Del sur no se movió más. Alternó dos etapas en el conjunto verdiblanco (81-83 y 84-85) y dos en el Recreativo de Huelva (83-84 y 85-87) hasta que volvió a Cádiz, donde se asentó como futbolista.
¿Por qué se le recuerda? Carmelo jugaba en una posición extinguida en la actualidad, la del líbero. En Cádiz siguen acordándose de su bigote, su contundencia y su apodo: el Beckenbauer de la Bahía. Además, fue el capitán del mejor Cádiz de la historia, que se mantuvo siete temporadas consecutivas en Primera. Aquel equipo lo integraron, entre otros, jugadores como Mágico González, Pepe Mejías o Kiko Narváez.
¿Qué hace en la actualidad? Tras su retirada, Carmelo se pasó a los micrófonos y comentó partidos de Segunda División en Canal+. Sin embargo, en 2004, tras el fallecimiento de su padre, decidió hacerse cargo de su bodega, Vinagres de Yema. Esta empresa produce 16 tipos de vinagres y de cremas balsámicas diferentes que distribuyen por los cinco continentes.
¿Sabías qué? Carmelo sufrió dos graves lesiones de rodilla en cada pierna antes de llegar al Cádiz. A pesar de aquellos contratiempos, pudo ofrecer su mejor versión en la Tacita de Plata. Los aficionados gaditanos guardan muy buenos recuerdos de él. También el club, que le rindió un homenaje el año pasado por su 60 cumpleaños.