Bajo el lema #ReclaimTheGame – recuperar el juego, en castellano –, varios colectivos de aficionados se han unido para exigir actuaciones por parte de instituciones como la UEFA, Ligas y clubes. En Aficiones Unidas no hemos querido quedarnos al margen y nos hemos involucrado completamente en la causa, tal y como venimos haciendo en los últimos meses.

Algo no funciona bien en nuestro fútbol y lo hemos manifestado durante años. La gota que ha colmado el vaso ha sido el fallido intento de crear la Súper Liga, demostrando que el fútbol europeo “está roto”.

En el documento presentado se reflejan con claridad los 11 puntos en los que debemos trabajar:

  1. PARTICIPACIÓN DE LA AFICIÓN.

Si «el fútbol sin afición no es nada», entonces debemos ser reconocidos como grupo implicado clave y participar en todos los debates y decisiones sobre el futuro de nuestro deporte.

  1. RESPETO POR LA AFICIÓN Y LA CULTURA DE GRADA.

A pesar de financiar nuestro deporte, los intereses y derechos de las aficiones son generalmente ignorados. Esto debe acabar. Debemos ser tratados con dignidad, poder expresarnos con libertad en los estadios y no ser objeto de injustos castigos colectivos. Las ligas y clubes deben dejar de programar partidos en horarios absurdos.

  1. LIBERTAD DE ELECCIÓN.

Los aficionados y las aficionadas al fútbol no somos ciudadanos de segunda clase. Deberíamos poder decidir si estar de pie o sentados en los estadios, beber algo o viajar a partidos fuera de casa.

  1. FÚTBOL ASEQUIBLE.

El coste de seguir «el deporte del pueblo» se ha incrementado de manera brutal en los últimos años. Esto ha excluido a demasiados aficionados y aficionadas, incluidos los más jóvenes. Pero nos negamos a pagar más los exorbitados salarios y comisiones de representantes. Las entradas para partidos de casa deben ser baratas y debe ponerse un límite al precio de las entradas para la afición visitante.

  1. FÚTBOL PARA TODOS.

Todas las personas tenemos derecho a jugar y ver fútbol. Nuestro deporte debe ser más diverso e inclusivo y más europeo.

  1. UNA REGULACIÓN MÁS FUERTE.

Los clubes más ricos por sí mismos no deberían tener el poder de gestionar el fútbol y decidir su futuro. Las reglas deben crear un marco de igualdad, incentivar la transparencia, fortalecer el juego limpio financiero y proteger nuestro deporte de la cúspide a la base.

  1. COMPARTIR LA RIQUEZA.

El fútbol es más rico que nunca, pero solo un puñado de clubes parecen beneficiarse de ello. La riqueza del fútbol debe ser distribuida de manera más equitativa, con más fondos destinados a las divisiones más bajas y al fútbol base.

  1. EQUILIBRIO COMPETITIVO.

La creciente brecha entre ligas y dentro de ellas ha creado un fútbol menos competido y más predecible. La única manera de revertir esto es compartir los recursos del fútbol y mantener el principio del mérito deportivo.

  1. QUE UEFA DESECHE SUS REFORMAS A LA LIGA DE CAMPEONES.

Añadir más clubes y partidos a la Liga de Campeones dañará al fútbol europeo en todos los niveles. Permitir que los cubes se clasifiquen en función de logros pasados por otra parte es un premio para los conspiradores de la Súper Liga. El proceso de reforma debe detenerse y la afición debe participar en los debates sobre el futuro de las competiciones europeas.

  1. LOS GOBIERNOS NACIONALES Y LA UE DEBEN PROTEGER NUESTROS CLUBES Y COMUNIDADES.

La existencia de clubes de todo el continente se ve amenazada por codiciosos fondos especulativos y una débil regulación. Los gobiernos y la UE deben hacer todo lo posible dentro de sus competencias para proteger nuestros clubes y el fútbol en su conjunto.

  1. LAS FEDERACIONES Y LIGAS DEBEN CONFRONTAR LA INFLUENCIA DE LOS CLUBES RICOS.

Las federaciones y ligas deben servir a los intereses de todo nuestro deporte actuando de contrapeso al poder de los clubes más ricos.